Como ya hemos dicho anteriormente, las relaciones de pareja no son fáciles. Recordemos que en toda relación interpersonal ambas partes tienen su propia visión del mundo, creencias y valores, y estas diferencias suelen crear conflictos. Sin embargo, depende de la madurez emocional que tengamos para resolver los problemas que se presenten. También es importante recalcar que aquellas situaciones traumáticas que vivimos en la infancia y aquellos problemas con nuestros ancestros hay que solucionarlos para encontrar el equilibrio, la armonía y no proyectar esas vivencias que no son tan buenas en nuestra relación de pareja.
Sabiendo esto, la pregunta que tendríamos que hacernos es ¿estamos bien con nuestra pareja? Piensa por un momento en tu relación y responde las siguientes interrogantes: ¿ambos son capaces de tener una comunicación positiva y constructiva cuando se presenta un conflicto? ¿Hay empatía cuando alguno de los dos no está pasando por un buen momento? ¿Hay respeto, paciencia, honestidad y confianza?
Si la respuesta es afirmativa, pues entonces estás dentro de una relación madura, sana y que busca el bienestar de ambos miembros. Para que una relación se mantenga en armonía es importante no guardar rencores, por eso es tan importante la comunicación; si hay algo que a alguno de los dos les incomoda, lo fundamental es hablarlo y solucionarlo para que el problema no crezca internamente y en silencio.
Con respecto a la empatía, es importante prestar atención a la opinión de cada uno. Ser amable y no hacer señalamientos cuando alguno de los dos pasa por un momento difícil. Esto ayudará a que la otra persona se sienta apoyada y acompañada en cual sea el proceso que vive.
La equidad también es un aspecto importante dentro de la relación y consiste en que es necesario dar pero también recibir para que ese amor que se siente vaya en aumento. También hay que recordar que dentro de los dos tienen personalidades e identidades distintas, estar dentro de una relación no significa que se van a volver uno solo. Es importante no perder nuestra propia personalidad para complacer al otro, hacer esto al final nos hará sentir mal y alejados de las cosas que nos gustan. Una relación se basa en la libertad.
Entonces, si cuando piensas en tu pareja dices que la volverías a elegir porque realmente te hace feliz y consideras que tu relación cumple con muchos de estos aspectos y con los que no cumplen están preocupados por trabajar en ellos, pues vuelvo y repito, te encuentras en una relación que está bien, es sana y madura.
¿Cómo saber que estás bien con tu pareja?
Como ya hemos dicho anteriormente, las relaciones de pareja no son fáciles. Recordemos que en toda relación interpersonal ambas partes tienen su propia visión del mundo, creencias y valores, y estas diferencias suelen crear conflictos. Sin embargo, depende de la madurez emocional que tengamos para resolver los problemas que se presenten. También es importante recalcar que aquellas situaciones traumáticas que vivimos en la infancia y aquellos problemas con nuestros ancestros hay que solucionarlos para encontrar el equilibrio, la armonía y no proyectar esas vivencias que no son tan buenas en nuestra relación de pareja.
Sabiendo esto, la pregunta que tendríamos que hacernos es ¿estamos bien con nuestra pareja? Piensa por un momento en tu relación y responde las siguientes interrogantes: ¿ambos son capaces de tener una comunicación positiva y constructiva cuando se presenta un conflicto? ¿Hay empatía cuando alguno de los dos no está pasando por un buen momento? ¿Hay respeto, paciencia, honestidad y confianza?
Si la respuesta es afirmativa, pues entonces estás dentro de una relación madura, sana y que busca el bienestar de ambos miembros. Para que una relación se mantenga en armonía es importante no guardar rencores, por eso es tan importante la comunicación; si hay algo que a alguno de los dos les incomoda, lo fundamental es hablarlo y solucionarlo para que el problema no crezca internamente y en silencio.
Con respecto a la empatía, es importante prestar atención a la opinión de cada uno. Ser amable y no hacer señalamientos cuando alguno de los dos pasa por un momento difícil. Esto ayudará a que la otra persona se sienta apoyada y acompañada en cual sea el proceso que vive.
La equidad también es un aspecto importante dentro de la relación y consiste en que es necesario dar pero también recibir para que ese amor que se siente vaya en aumento. También hay que recordar que dentro de los dos tienen personalidades e identidades distintas, estar dentro de una relación no significa que se van a volver uno solo. Es importante no perder nuestra propia personalidad para complacer al otro, hacer esto al final nos hará sentir mal y alejados de las cosas que nos gustan. Una relación se basa en la libertad.
Entonces, si cuando piensas en tu pareja dices que la volverías a elegir porque realmente te hace feliz y consideras que tu relación cumple con muchos de estos aspectos y con los que no cumplen están preocupados por trabajar en ellos, pues vuelvo y repito, te encuentras en una relación que está bien, es sana y madura.