Bert Hellinger y las Constelaciones Familiares

Bert Hellinger y las Constelaciones Familiares

Como se dijo en artículos anteriores, el alemán Bert Hellinger tomó de sus estudios sobre psicodrama, hipnosis, terapia gestalt, psicoanálisis y el PNL las bases para el desarrollo de las Constelaciones Familiares. 

Con el desarrollo de las constelaciones, Hellinger también desarrolla algo que llamó Órdenes del Amor.  La teoría que plasma Hellinger para el desarrollo de las Constelaciones Familiares, recordemos que es que nuestros comportamientos, sentimientos o síntomas no están exclusivamente ligados a nuestra historia personal e individual, sino que hay que ir mucho más allá, hay que tener una visión generacional para determinar qué es lo que nos aqueja.

Hellinger expone que todos esos patrones que repetimos tienen su origen en una lealtad familiar que necesita que los conflictos no resueltos en generaciones anteriores se reanuden para darles solución.

El alemán expone que las familias poseen determinados órdenes naturales u Órdenes de Amor, y las situaciones conflictivas que podemos estar viviendo una y otra vez es porque estos órdenes se trastocan en generaciones pasadas y repercuten en las generaciones sucesivas a través de estas situaciones conflictivas.

Estos Órdenes del Amor según Hellinger, regulan los sistemas humanos a través de tres normas: 

  • La pertenencia: Todos los miembros de una familia ocupan un lugar dentro del sistema familiar, es decir, todas las personas que integran una familia tienen derecho a pertenecer a la misma desde el momento de su concepción. Si por alguna razón se excluye a alguien, el sistema inmediatamente va a reaccionar y un miembro de una generación posterior se verá afectado por esta exclusión.

Podemos excluir a alguien por vergüenza, porque esa persona de la familia cometió un delito o es adicto al alcohol o a las drogas.

También se puede excluir cuando alguna situación nos causó mucho dolor, como un aborto, una muerte, un suicidio, accidentes y decidimos no hablar más esa persona y continuar con la vida como si nada hubiese pasado.

  • El orden: Para que cada quien alcance la felicidad es necesario que cada quien ocupe el lugar que le corresponde, dice Hellinger.

Es decir, los padres deben ocupar su lugar de padres y los hijos su lugar de hijos para que no existe desorden dentro de la familia.

Por ejemplo, cuando experimentamos que tenemos muchos problemas con nuestra pareja, que nuestra pareja se siente incomprendida, que las relaciones que tenemos no duran, es posible que este patrón que repetimos es porque en la infancia ocupamos un lugar dentro de la familia que no nos correspondía. Por ejemplo, si nuestra mamá murió, se fue o nuestros padres se divorciaron y nos quedamos con papá, es posible que inconscientemente hayamos tomado el lugar de nuestra madre para ayudar a nuestro padre, y actualmente no podamos mantener una relación de pareja porque inconscientemente no tenemos tiempo para mantener una relación porque nuestra mente ya está en una.

  • El equilibrio entre dar y tomar: Las relaciones entre los humanos se basan y se equilibran gracias al intercambio equitativo entre dar y recibir. Hellinger indica que la duración de las relaciones está condicionada por la igualdad que haya en este intercambio.

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