Historia de las constelaciones familiares
El día de hoy quisiera compartir contigo una breve reseña sobre el origen y la historia de las constelaciones familiares. Es cierto que, en ocasiones, solo nos enfocamos en los efectos prácticos de las constelaciones por los grandes cambios que podemos alcanzar para mejorar nuestra vida.
Sin embargo, también es importante conocer sobre el proceso de conformación de las constelaciones porque nos acerca a los pilares fundamentales sobre los que se apoya nuestro proceso de transformación y nos permite apreciar los esfuerzos de Bert Hellinger para cumplir con su misión. La historia es un poco extensa, pero enriquecedora.
Los orígenes de las constelaciones familiares
Para empezar, es inevitable hablar sobre un hombre quien, durante años de dedicación y estudio, dio forma a la teoría de las constelaciones familiares: Bert Hellinger.
Bert Hellinger nació en Alemania en el año de 1925, seis años después del término de lo que ahora conocemos como la Primera Guerra Mundial. Evidentemente la vida no era sencilla. A pesar de ello, desde pequeño manifestó el deseo de ser sacerdote, deseo que lo llevó a ingresar a los diez años como pupilo en la Orden Misionera de Mariannnhill en donde estudió por seis años más.
Sin embargo, al salir, de nuevo se encontró inmerso en tiempos difíciles debido al horror de la Segunda Guerra Mundial. El régimen nazi buscaba reclutas, incluyendo a Bert Hellinger. Aunque él se negó al inicio, tuvo que acceder para formar parte del ejército alemán, pues el régimen se encargaba de señalar a los objetores como enemigos de estado.
A su corta edad, Hellinger estuvo en el frente de batalla durante algunos años hasta que fue capturado y hecho prisionero por el ejército aliado hasta el año de 1945. Después de su salida, el contacto directo con los efectos de la guerra y la pérdida de su hermano motivaron a Hellinger, más convencido que nunca, a regresar nuevamente a la Orden de Mariannnhill.
Sudáfrica: la base de la historia de las constelaciones familiares
A los 20 años, ya como novicio, Hellinger comenzó a profundizar en temas relacionados con la Pedagogía, Teología, Filosofía Oriental y Occidental, así como técnicas de meditación. Tiempo después, fue enviado como misionero a Sudáfrica, obra en la que participó durante dieciséis años y que le permitió sentar las bases de su desarrollo espiritual.
Durante este tiempo, Bert Hellinger se dedicó a las tareas de enseñanza en la comunidad zulú, además de realizar estudios sociales y de docencia. Probablemente él no lo sabía, pero ya algunas ideas sobre los sistemas empezaban a configurarse como parte de la historia de las constelaciones familiares desde ese entonces.
Por otra parte, quizás la estancia de Hellinger en Sudáfrica se hubiera prolongado de no ser por las diferencias de estilo, impuestas por la Iglesia Católica, a la hora de enseñar. Al no acceder a modificar su método, Hellinger renunció a la obra misional y regresó a su país natal. En Alemania, ya como rector del seminario de sacerdotes, se adentró en la Gestalt, la psicoterapia y la dinámica de trabajo grupal.
En una de estas sesiones, gracias a las preguntas de un ministro, Hellinger se dio cuenta de que, por muchos años, para él había sido más importante seguir un ideal religioso y no el motivo de la misión misma: el ayudar a las personas.
Desde ese entonces, Bert Hellinger tuvo que hacer muchos cambios, incluso, renunció a la Orden en la que tanto había aprendido, pero él sabía que hacía lo correcto. Su misión ahora era clara y se orientaba hacia el camino terapéutico.
El surgimiento de las constelaciones familiares
Poco después de haber definido su nueva misión, Hellinger comenzó a desarrollar sus ideas con la ayuda de su primera esposa, Herta Hellinger, psicóloga y también ex religiosa. Fueron años de intenso estudio, desde el psicoanálisis de Freud hasta la terapia primal de Arthur Janov, a quien conoció en persona y con quien realizó un entrenamiento completo.
Al final del entrenamiento, Hellinger decidió mezclar la psicoterapia y el enfoque corporal de la terapia primaria, convirtiéndolo en un elemento fundamental en su método. Con el tiempo, sumó elementos del Análisis Transaccional de Eric Berne, en el que descubrieron que existía una especie de guiones que son transmitidos de manera generacional dentro de las familias. En este punto, Bert Hellinger comienza a utilizar el enfoque sistémico, el mismo que también forma parte de la historia de las constelaciones familiares.
Tiempo después, Herta y Bert se formaron en Terapias Sistémicas Familiares, en donde se reconocía aquellos vínculos invisibles, como las lealtades ocultas y el equilibrio entre dar y tomar, dentro de la dinámica familiar. También continuaron explorando otras áreas: la Hipnoterapia, la Programación Neurolingúistica, así como la Terapia Provocativa de Frank Farelly, la Terapia de Contención de Jirina Prekop y técnicas de representación.
Quiero detenerme en este punto para no abundar en más detalles puesto que la historia de las constelaciones familiares es extensa. No obstante, este repaso por la historia pone de manifiesto la influencia de cada una de esas teorías sobre el pensamiento de Bert Hellinger; el mismo que ordenó para dar sentido a algo mucho más grande, un corpus científico al que Hellinger nombró la “Hellinger Sciencia”, es decir, “la ciencia de las relaciones humanas”.
Es importante agregar que el conocimiento de la Hellinger Sciencia se desarrolla y nutre con el tiempo. Fue así como Hellinger descubrió “los órdenes del amor”, el “movimiento del alma”, el “movimiento del espíritu”, el rol de la conciencia moral, entre algunos otros aportes que se han incluido en la terapia tradicional de constelaciones familiares.
¿Necesitas saber todo sobre la historia de las constelaciones familiares?
Claro está, no necesitas conocer todos los detalles teóricos que influyeron en Bert Hellinger para poder beneficiarte de su método. De hecho, mi objetivo es mostrarte que, detrás de la historia de las constelaciones familiares, existen años de incansable esfuerzo, investigación y amor.
Por otra parte, el propósito de Bert Hellinger no fue crear un método o una terapia; él simplemente trabajó para cumplir su misión: ayudar a las personas a sanar y a tener una vida más feliz y plena. Justo por esta razón, la fuerza de las constelaciones familiares sigue expandiéndose y atravesando fronteras, aún a pesar de haber fallecido, lamentablemente, en el 2019.
En conclusión, Bert Hellinger nos dejó un gran legado e historia, aunque ya no esté con nosotros. Sin embargo, de alguna manera nosotros seguimos conectados con él y con todas las personas quienes contribuyeron en la creación de las constelaciones familiares. Aprovechemos su amor y conocimientos para ser más felices día con día.