¿Qué son las constelaciones familiares grupales?
“Hemos venido a este mundo como hermanos; caminemos, pues, dándonos la mano y uno delante de otro.”
William Shakespeare
Actualmente, muchas personas están interesadas en adentrarse en el mundo de las constelaciones familiares. Sin embargo, en ocasiones se ignora que existen diversas modalidades que pueden ayudarnos a resolver situaciones problemáticas en nuestra vida. Es por eso que, en esta oportunidad, me gustaría compartir contigo información sobre una modalidad muy popular: las constelaciones grupales. Pero, para empezar, ¿qué son las constelaciones familiares grupales? Lo veremos a continuación.
Qué son las constelaciones familiares
Tal como lo comentábamos líneas arriba, las constelaciones familiares son sesiones psicoterapéuticas en las que una persona acude con un constelador o terapeuta para llevar a cabo un proceso de exploración y sanación personal. Éstas pueden ser grupales o individuales.
La constelación familiar se fundamenta en la teoría desarrollada por el filósofo, pedagogo y psicoterapeuta alemán Bert Hellinger. A lo largo de su carrera, Hellinger observó que los problemas de las personas, en muchas ocasiones, tenían origen en comportamientos y creencias que se habían heredado dentro de su familia desde generaciones anteriores a la suya y que era necesario ajustar el orden y equilibrio de la familia para que determinados conflictos dejen de repetirse.
El papel de las constelaciones familiares grupales es justamente ese: explorar profundamente en los vínculos y relaciones familiares del consultante para comprender los problemas existentes, encontrar su verdadero origen y así crear una nueva manera para enfrentar y resolver las dificultades.
Qué son las constelaciones familiares grupales
Las constelaciones familiares grupales se desarrollan en un ambiente abierto en el que una serie de personas se reúnen para exponer sus problemas y hallar respuestas. De hecho, una de las características principales es que en las sesiones se cuenta con la intervención de participantes, los mismos que pueden desempeñar el papel de representantes u observadores.
En las sesiones grupales, los representantes, que incluso pueden ser personas desconocidas, simbolizan una figura esencial: personifican a los miembros del sistema familiar del consultante. Este acto permite proyectar y ver en acción la red de relaciones e interacciones que existen dentro de la familia del constelado para determinar el origen de los conflictos.
Por otra parte, las personas que no hayan sido incluidas como representantes dentro de la constelación, pueden permanecer en la sesión solo como observadores. Asimismo, aunque estas personas no participan, sí pueden reflexionar y aprender de la constelación en curso así como demostrar cariño, respeto y comprensión por el constelado en su camino de descubrimiento.
Al final, lo que son las constelaciones familiares grupales es un trabajo en equipo, bien articulado, en donde existe sincronización de energías y sentimientos. Aparentemente es un ejercicio sencillo, pero involucra altos niveles de conexión entre los representantes, el constelado y el constelador.
De hecho, en ocasiones este nivel de vinculación puede llegar a ser estremecedor ya que los representantes se sienten impulsados a actuar o a demostrar sentimientos como el miedo, enojo, inconformidad, distanciamiento, amor, alegría, entre otros, los mismos que corresponden al familiar del constelado.
No obstante, estos sentimientos de asombro y conexión resultan ser positivos pues indican que todos los participantes se encuentran realmente involucrados en la sesión y, por lo tanto, podrá hallarse una respuesta más específica al problema del consultante.
Características especiales de las constelaciones familiares grupales
En resumen, ¿cuáles serían las principales características de las constelaciones grupales? A continuación las señalo.
Participación grupal
Las constelaciones familiares grupales se caracterizan por incluir la intervención de un grupo de personas llamadas “representantes”, quienes simbolizan la presencia de algún familiar del sistema de quien se encuentre constelando; contrario a lo que ocurre con las constelaciones individuales.
Aportaciones de los representantes
Los participantes enriquecen la representación de la familia del constelado. Al simbolizar a los familiares del consultante, los representantes expresan las relaciones e interacciones entre ellos. Por consiguiente, la información que surgen del sistema familiar se vuelve mucho más tangible, se enriquece y multiplica.
Este hecho es importante pues el constelador tendrá a su disposición más información para desentrañar las razones y orígenes de los conflictos que afectan al constelado. Aunque evidentemente el constelador infiere el diagnóstico, la información que produzcan las constelaciones le permitirá definir qué puntos debe reorganizar dentro del sistema familiar y así ofrecer una solución al constelado.
Compartir experiencias para crecer
La participación de los representantes no solo enriquece el desarrollo de la constelación de su propietario, sino que también contribuye al crecimiento individual de los demás. Aunque únicamente se participe como observador, presenciar el desarrollo de la constelación les permite a todos los integrantes verse reflejados en los distintos casos y conocer las posibles razones de sus conflictos, así como las probables soluciones.
Evidentemente, los casos nunca serán idénticos, pero sí pueden aportar información en común que servirá para adelantar el entendimiento y proceso propio. Por otra parte, dentro de las constelaciones, las personas pueden sentirse comprendidas, acompañadas y motivadas por hombres y mujeres con problemas similares que luchan cada día por mejorar su vida. Definitivamente, las constelaciones grupales brindan una experiencia para compartir y crecer.
Conclusiones
Al final, ¿qué son las constelaciones familiares grupales? Son una herramienta que permite explorar los vínculos del sistema familiar a través de la participación de representantes en un ambiente menos privado. Estas sesiones no solo benefician a su propietario, sino que resultan ser una fuente de aprendizaje tanto para los representantes como para los observadores. Al final, todos los participantes crecen juntos dentro de las sesiones.
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