¿Qué es la terapia sistémica familiar?

¿Qué es la terapia sistémica familiar?

Benjamin Franklin alguna vez dijo que “la paz y la armonía constituyen la mayor riqueza de la familia”. Sin embargo, tal como sucede con los tesoros escondidos, esa riqueza no se puede conseguir tan fácilmente pues la felicidad de cada familia depende de la cooperación de todos sus integrantes. Ahora bien, ¿qué tiene que ver la terapia sistémica familiar con la paz y la armonía dentro del hogar? Todo; veamos algunas razones.

Teoría de sistemas: todo está conectado

Antes de definir en qué consiste la terapia sistema familiar, es vital conocer el trabajo de un reconocido biólogo y filósofo austriaco llamado Karl Ludwig von Bertalanffy. 

En el año de 1969, Bertalanffy publicó su libro titulado “Teoría General de Sistemas” en el que afirmaba, entre otros temas, que un sistema no se compone únicamente por sus elementos, sino también por sus relaciones. 

Desde entonces, estudiosos en el tema observaron que esta teoría podía ser aplicable a la familia. Es así como la terapia sistémica familiar fue constituyéndose como una alternativa para mejorar la vida de miles de personas. 

¿Qué es la terapia sistémica familiar?

La terapia sistémica familiar es una disciplina que aborda a la familia como un conjunto de personas que se relacionan y dependen entre sí de manera recíproca y equitativa. Bajo esta teoría, la familia no es únicamente la suma de sus integrantes, sino también se compone de todas las interacciones que se dan entre ellos. Si existen interacciones positivas, los cambios serán positivos. No obstante, si existen interacciones negativas, estas también afectarán al núcleo familiar de forma negativa.

¿Cómo funciona?

Para la teoría sistémica familiar, todos los comportamientos o interacciones que se manifiestan dentro de una familia funcionan como unidades de comunicación. Esto es así ya que las interacciones transmiten un mensaje y expresan pensamientos, sentimientos o emociones. Estas unidades, a su vez, construyen una compleja red de relaciones entre sus miembros, las mismas que pueden ejercer una influencia positiva o negativa en la familia.

Pongamos un ejemplo. Supongamos que un miembro de una familia modifica su comportamiento de manera negativa y ofende a alguien. Este miembro, al insertar un cambio, alterará el equilibro de las relaciones familiares haciendo que el ofendido se sienta mal y se lo comunique a otro miembro de la familia. Como resultado, empezarán a suscitarse fricciones, las cuales abrirá una brecha en el ambiente y, además, las relaciones se volverán tensas y difíciles.

El caso de arriba es simplemente un ejemplo sencillo para demostrar que la familia es un sistema complejo y que a toda acción corresponde una reacción. Sin embargo, es importante señalar que los problemas individuales están íntimamente relacionados con los conflictos dentro del sistema familiar. Por tal razón, se vuelve crucial conocer el funcionamiento de los vínculos dentro de cada familia.

Los objetivos de la terapia sistémica familiar

Como hemos visto anteriormente, la tarea de la terapia sistémica familiar es comprender el comportamiento de los miembros de la familia y reconocer los patrones poco efectivos que se están produciendo en su interior. 

No obstante, tal como algunas interacciones afectan de manera negativa, existen muchas otras que pueden revertir y propiciar una mejor relación dentro del entorno familiar. Justo ese es el propósito principal de la terapia sistémica familiar: modificar las conductas poco funcionales para implantar un sistema más estable que favorezca la comunicación, el respeto y la unión.

La terapia sistémica familiar es un medio que funciona para mejorar aspectos fundamentales sobre la interdependencia en la familia. Por medio de esta es posible:

  • Regenerar el funcionamiento de la familia.
  • Mejorar habilidades de relación como la comunicación, socialización y adaptabilidad.
  • Alentar valores como la comprensión, empatía y apoyo emocional.
  • Fomentar la aplicación de estrategias para la comprensión y resolución de problemas.

¿Qué conflictos se pueden tratar en la terapia sistémica?

La terapia sistémica familiar es una herramienta sumamente útil para afrontar cualquier situación que afecte el estado de la familia, ya sea durante periodos cortos o prolongados. Puede aplicarse en circunstancias adversas como:

  • Situaciones y acontecimientos estresantes.
  • Enfermedades graves.
  • Pérdida de seres queridos.
  • Procesos de duelo.
  • Crisis familiares.
  • Problemas de pareja, matrimoniales o divorcio.
  • Trastornos de la conducta.
  • Problemas con el abuso de alcohol y sustancias nocivas 
  • Desarrollo personal y educación emocional.

¿Cuál es la dinámica de la terapia?

La terapia sistémica familiar se realiza a través de sesiones que duran entre una y dos horas; el número de terapias dependerá de las necesidades de cada familia. En algunas ocasiones, toda la familia estará presente, no obstante, también se puede alternar con entrevistas individuales. 

Por otro lado, la forma de abordar los conflictos familiares por parte del especialista será a través del diálogo respetuoso, pues mediante el uso de la palabra se abre la puerta al intercambio de opiniones y creencias. Justo por esta razón, la conversación es la vía más adecuada para penetrar en el sistema familiar y encaminarlo hacia un mejor funcionamiento.

En conclusión

La terapia sistémica familiar ofrece una intervención integral para mejorar las relaciones entre los miembros de la familia. Sobresale por rescatar la calidad humana de las relaciones en lugar de señalar como patologías las dificultades de sus miembros. 

Cabe decir que no es necesario pasar por circunstancias difíciles para asistir a este tipo de terapia. Como dijo Benjamin Franklin: la paz y la armonía en la familia tienen un valor insuperable.

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