La creatividad está asociada con la madre, porque el simple hecho de crear un bebé y darle vida es un proceso sumamente creativo del universo que se da en la barriga de la mujer. Si existe un vínculo sano entre nuestra madre y nosotros que somos su creación, entonces podremos vincularnos con ese proceso creativo.
Ahora si no podemos concretar los planes es porque hay una falta de lo masculino en nuestro sistema familiar. Es posible que muchas mujeres de nuestro árbol hayan pasado la vida sin hombres a su lado. Por eso una de las prácticas que recomiendo hacer en la terapia sistémica es cerrar los ojos y ver a las mujeres de nuestra familia junto a sus hombres, es imaginarnos a nuestra mamá junto a nuestro papá, a nuestra abuela junto a nuestro abuelo y así sucesivamente.
Esto lo hacemos porque realmente es imposible imaginar o pensar que la vida propia se pueda dar sin la parte masculina. Podemos tener la creación pero si no está la acción, la puesta en marcha que es representada por el hombre, no puede haber vida. Otra frase que ayuda también en la terapia es decir: “yo soy el éxito de la unión de mi mamá y papá”. A partir de ahí podemos ir incorporando a lo masculino, a nuestro padre para poder ir caminando hacia la acción.
